Un Veritas fue el primer coche de carreras alemán que ganó una carrera después de la segunda guerra mundial. Su nombre renace de nuevo tras un largo paréntesis.
Veritas es una marca poco conocida, excepto para algunos conocedores, y algunos alemanes. Y es que en 1948, un equipo entusiasta construyó el primer Veritas, partiendo de la base mecánica de un BMW 328, consiguiendo 13 campeonatos de Alemania y 29 victorias en unos pocos años. Sin olvidar que el Veritas Meteor de 1951 fue el primer coche alemán que participó en la Fórmula 1.
De todo eso ha pasado mucho tiempo, pero el Veritas RS III presentado al público este verano, rescata este glorioso nombre, lo que ya es una importante declaración de intenciones. Como puede apreciarse, prácticamente se trata de una barqueta de competición, que monta el fantástico motor V10 de 5 litros, con 507 CV a 7750 rpm y 520 Nm a 6100 rpm de par, del BMW M5. Para el cambio se puede elegir entre uno de manual de 6 velocidades o un auto-manual secuencial de 7 marchas.
El Veritas RS III lleva un chasis multitubular con suspensiones por dobles triángulos accionadas mediante bieletas empujadoras, con amortiguadores Öhlins. La carrocería es de fibra de carbono, y el peso total del coche es de 1.080 Kg. Las ruedas delanteras son de 22” x 10,5” con neumáticos 255/30, y las traseras son de 22”x12,5” con gomas 325/25. Los frenos son Brabham Racing, cerámicos perforados, de 380 mm con pinzas de 6 pistones delante y 355 mm con pinzas de 4 detrás. Se trata de un coche artesanal del que se fabricaran a mano sólo 30 unidades, que tiene una aceleración de 0 a 100 Km/h de 3,2 “ y una velocidad punta de 347 Km/h.
Fotos: Veritas